Las salinas de los cancajos.
Las salinas hoy conocidas como de Los Cancajos son fruto de las inquietudes ilustradas del Presbítero don Miguel González Toledo, (1755-1842) nacido en Santa Cruz de La Palma y avecindado en el municipio de Breña Baja; en su hacienda de las Salinas pasó retirado sus últimos días. Dicha finca se extendía en los terrenos que van desde la casa que poseía frente a la ermita de San Antonio hasta la costa.
Según el botánico noruego C. Smith, que visitó la isla de La Palma en 1815 junto a Leopold von Buch, estas salinas estaban ya funcionando en dicho año: ... por delante de la iglesia (de la Concepción, Buenavista). Vi al lado de la costa meridional salinas recientemente establecidas 2. Las salinas se asientan sobre un área de malpaís reciente que conforma un acantilado bajo constituido por brazos de coladas, roques y caletas. Aquí concurren los elementos necesarios para la producción salinera; vientos moderados, que permiten acelerar el proceso de secado de la sal y la energía necesaria para el bombeo de agua a través de molinos y la necesaria insolación que permita la precipitación.
Previamente sorribado el terreno, queda perfectamente delimitado el espacio donde se construye el ingenio salinero: un área principal, que comprende el molino secundario de bombeo, los cocederos y salinas como tal, junto a ellas se alza la vivienda y sus anexos. Dicho espacio queda cerrado por un muro de gran espesor en mampostería ordinaria cogida con argamasas de cal, que cierra perimetralmente el área.
El acceso principal al conjunto salinero y la vivienda se hace por el lado este, a través de una ennoblecida portada neoclásica en cantería. La vivienda de planta rectangular y cubierta de teja árabe a dos aguas, sigue el modelo constructivo de la casa alta o sobradada. La planta baja o lonja es el área destinada a servir de almacén o cuarto de aperos y herramientas utilizadas en las labores salineras, mientras que en la planta superior se encuentra la vivienda como tal. El acceso a esta segunda planta se hace a través de una escalera exterior de madera. En la parte posterior se sitúan las construcciones auxiliares de la vivienda, tales como la cocina, el aljibe, pileta, o el cuarto para encerrar el camello.
Las salinas de fuencaliente.
Estas salinas se asientan sobre uno de los parajes más bellos de nuestra Isla. Un manto de piroclastos y el discurrir de las coladas nos recuerdan las recientes erupciones. Sobre estos terrenos se construye el último complejo salinero de Canarias. Si la distorsión de la fábrica es mínima, el contraste es extremo, el cegador blancor de la sal dispuesta en los balaches, las rosáceas charcas y tajos, la gama de verdes a modo de pequeñas pinceladas, todo ello se plasma a modo de un gran lienzo de fondo negro, fruto de la caprichosa naturaleza. El cantil costero nos marca el límite y conjunción de los diferentes elementos naturales para que obre la transformación.
Las salinas fuencalenteras suponen el esfuerzo para la pervivencia y la constancia de mantener un legado. Esta labor, la de producir sal de forma tradicional, no exento de cierto romanticismo, se da en la familia Hernández Villalba. Una empresa que se inicia allá en la década de los sesenta por parte del padre del actual propietario.
Después de sopesar diferentes emplazamientos más idóneos para la producción salinera, se decide su construcción en el paraje conocido como Punta de Fuencaliente, cercano al faro, en dicho lugar confluyen todos y cada uno de los elementos necesarios en la producción salinera, un régimen de vientos moderados, una pluviometría escasa, un número de horas de insolación suficiente.
En cuanto a las características técnicas de construcción y producción sigue para ello el modelo lanzaroteño, máxime cuando su promotor procedía de dicha Isla. Llegado a este punto, es importante reseñar el flujo comercial entre la isla de La Palma y la de Lanzarote, aún no lo suficientemente estudiado.
La importancia de las salinas palmeras
La actividad salinera no solo generó un determinado espacio productivo. Constituyen actualmente espacios de alto interés, como arqueología preindustrial que nos permite rastrear la evolución tecnológica en aspectos tales como la utilización de la energía eólica para el bombeo de agua de mar hacia los cocederos. Son importantes además porque nos permiten rastrear en oficios desaparecidos o en vías de desaparición, tales como los mareteros, salineros, canteros, caleros, etc., datar y recuperar aspectos tecnológicos, naturales, arquitectónicos, en muchos casos degradados, desaparecidos o simplemente olvidados. Por último no olvidemos que han sido reconocidos por la UNESCO como espacios a proteger por su alto valor ecológico.
Este artículo se enmarca dentro de un estudio más amplio en las actuaciones contempladas en el Plan de Calidad Turística de Breña Baja, entre las que se ha establecido la rehabilitación y recuperación de las antiguas Salinas de Los Cancajos.
Hecho por: Lennimar Carolina Soto García. Nº:25
viernes, 5 de junio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario