Hecho por: Fabiola González Durán
miércoles, 17 de junio de 2009
Monte Santa Helena
Cuando en 1980 el Monte Santa Helena despertó a la vida, lo hizo con una de las erupciones más grandes jamás registradas en América del Norte. Cenizas, gases y lava hirviente devastaron las áreas cercanas y se cobraron numerosas vidas. Desde entonces los científicos han monitoreado de cerca la actividad del volcán, esperando que el desastre golpee otra vez. En septiembre de 2004 la montaña comenzó a retumbar nuevamente, lo que produjo erupciones que desparramaron cenizas por kilómetros a la redonda en las Montañas Cascades. A partir de entonces, la lava ha escapado de dentro del cráter, y se ha ido formando una cúpula que sigue creciendo. El volcán está en alerta de nivel 2, lo que significa que podrían producirse más erupciones.
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